Imagen
El equipo hace piña celebrando la victoria en El Gran Derbi
Primer Equipo

"TODO ESTO QUE DIJE, PERO DE VERDAD, VAMOS A HACERLO DE VERDAD"

27/02/2017
Entradilla
Los ayudantes del cuerpo técnico Matías Manna e Iñigo Domínguez explican la clave de la notable reacción del Sevilla FC en la segunda parte del derbi
Cuerpo Superior

¿Qué ocurrió en el descanso del derbi de este sábado en el Benito Villamarín? Es la gran pregunta que dejó el duelo de máxima rivalidad ante el Real Betis Balompié, porque después de un primer tiempo nefasto en la segunda parte el Sevilla FC cambió de forma radical y pasó por encima de su rival para apuntarse un nuevo derbi. SFC Radio se puso en contacto este lunes con los ayudantes del cuerpo técnico Matías Manna e Iñigo Domínguez, que respetando los códigos del vestuario reflejaron cuál fue el sentir del equipo en un descanso en el que se comenzó a remontar el derbi.

“Se apeló al orgullo, no estábamos siendo lo que solemos ser y había que cambiarlo en el segundo tiempo. Y así se hizo. Después de hablar el entrenador, lo hacen normalmente los jugadores, pero el otro día más si cabe. Fue una reivindicación al orgullo y lo trasladaron al terreno de juego. Este equipo tiene muchísima personalidad”, señaló Iñigo.

"Después de hablar el entrenador, lo hacen normalmente los jugadores, pero el otro día más si cabe. Fue una reivindicación al orgullo"

Manna, por su parte, admitió que pese a que “hubo un cambio táctico y cambios de pequeñas cosas que los entrenadores y ayudantes tratamos de hablarlo, llega un momento en el que los de afuera tenemos poco que hacer y los que toman las riendas de la cuestión son los jugadores y la verdad es que hay poco que decir con eso. Desde el primer minuto me di cuenta que habían cambiado, porque transmitían un sentido del ataque y de la búsqueda del partido”.

Y continuó: “Me quedo con una imagen, sin contar cosas que pasaron dentro que tienen que morir ahí, pero sí me quedo con la charla del entretiempo del entrenador y los jugadores, y una vez finalizada me acuerdo que el primer jugador que salió del vestuario, salió y volvió a dar cuatro o cinco pasos para atrás, y con todos los jugadores que seguían dentro del vestuario, volvió, golpeo la puerta y dijo: ‘¡Bueno, todo esto que dije, pero de verdad, vamos a hacerlo de verdad…!' Eso me pareció muy bueno, la arenga del equipo, pero después a los segundos volver a determinarla, golpear la puerta y decir todo lo que dijimos lo vamos a llevar a cabo y lo vamos a hacer de verdad. Eso fue un grito muy bueno y muy importante para salir con entusiasmo en el segundo tiempo”.

"Fue un grito muy bueno y muy importante para salir con entusiasmo en el segundo tiempo"

Domínguez, asimismo, recalcó el “sentido de pertenencia” que afloró en el vestuario en un momento tan delicado: “Los grandes equipos y buenos jugadores tienen esto, te transmiten un sentido de pertenencia muy grande. Lo consiguieron después de 45 minutos donde el rival fue superior. Ahí en las malas es donde se ven los buenos jugadores y las buenas intenciones. Lo que pasó en el vestuario habla de la identidad del equipo y de su sentido de pertenencia. Durante los 15 minutos del entretiempo se notó eso y sobre todo las arengas del final  demostraron lo que es el equipo y uno se siente orgulloso de formar parte”.