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Kanouté celebra un gol en el Bernabéu
Primer Equipo

Y RENATO PUSO EL 3-4: LA ÚLTIMA NOCHE MÁGICA DE LIGA EN EL BERNABÉU

18/01/2019
Entradilla
Adriano, Romaric y Kanouté ponían el 1-3 al descanso para que Renato lograse el 3-4 definitivo tras el empate blanco. Jesús Navas es el único sevillista que sigue en Nervión de aquel día
Cuerpo Superior

El Sevilla FC disputa este sábado a las 16.15 horas el partido correspondiente a la jornada número veinte de LaLiga Santander; y lo hará desplazándose hasta la capital de España para visitar al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. No ha sido este históricamente un campo propicio para el conjunto sevillista, máxime cuando en las fechas más recientes hay que remontarse hasta la temporada 08/09 para desempolvar la última victoria de los de Nervión en el feudo blanco. 3-4 fue el resultado de aquella noche. Algo más de una década en la que el Sevilla no ha logrado salir victorioso visitando a un rival que, por el contrario, sí está acostumbrado a sufrir de lo lindo en el Sánchez-Pizjuán. 

Corría la decimocuarta jornada del campeonato regular el domingo 7 de diciembre de 2008 de una tarde-noche fría y lluviosa en Madrid, donde el Sevilla FC llegaba al Bernabéu con 24 puntos en quinta posición a enfrentar a los de Schuster, un puesto por encima en la tabla con 26 puntos. Manolo Jiménez alineaba a Palop, Konko, Escudé, Squillaci, Fernando Navarro, Romaric, Renato, Duscher, Adriano, Navas y Kanouté. El penúltimo, único superviviente en la plantilla actual de los blanquirrojos, hoy primer capitán del Sevilla. También saltarían al césped durante el choque Dragutinovic, Fazio y Diego Capel. 

Cuerpo Inferior

El Sevilla se adelantó muy pronto con gol de Adriano en el marcador y se marchó 1-3 al descanso tras el empate de Raúl

Se puso muy rápido de cara el partido para los de rojo entero esa noche, con un gol de Adriano en el minuto 3 que empujaba una asistencia del propio Jesús Navas. Aunque Raúl tardaría poco menos de un cuarto de hora en volver a colocar las tablas en el luminoso, tres minutos después Romaric remataba de cabeza una falta botada por Renato y volvía a adelantar a los nervionenses. Era un partido vivo, intenso, de choque, con una agresividad deportiva digna de los dos equipos que se enfrentaban. Ningún jugador se arrugaba en los duelos individuales. Poco antes del descanso, Kanouté abría la brecha en el marcador blanquirrojo colocando el 1-3 recogiendo y definiendo a la perfección un balón suelto en el área

El Real Madrid, con un Santiago Bernabéu encendido por la situación que estaba viviendo, salió con mucha necesidad de encerrar al Sevilla en su área y voltear el marcador que hasta entonces brillaba en los electrónicos de La Castellana. Los primeros minutos de la segunda mitad pasaron y la victoria sevillista parecía irse asentando por momentos. Nada más lejos de la realidad. Dos zarpazos consecutivos, primero de Higuaín en el 67 y dos minutos después de Gago, colocaban en el empate y ya no solo arruinaba las ilusiones blanquirrojas, sino que hacía presagiar el peor y definitivo escenario con el desenlace de la derrota.

Tras empatar el 1-3, el Sevilla tiró de casta y coraje y Renato selló la victoria en el minuto 84 a centro de Kanouté

Pero fútbol es fútbol y esa noche le tocaba al Sevilla. Con el encuentro en su tramo final y los nervios por bandera en ambos conjuntos, Renato remataba al fondo de las mallas de Casillas un exquisito centro con pierna derecha que ponía Kanouté; sellando, ahora sí, el que diez años después continúa siendo el último triunfo del Sevilla FC en el Santiago Bernabéu en LaLiga. Esa derrota, que aupó al conjunto sevillsta a puestos de Liga de Campeones en detrimento de los blancos, le costó el puesto a Bernd Schuster, siendo relevado por el hasta hacía poco técnico hispalense Juande Ramos. 

Sin duda, a nadie se le escapa que para salir victorioso en el coliseo blanco hacen falta una buena serie de condicionantes. Aquel Sevilla puso, además de la calidad que atesoraba gran parte de la plantilla, la casta y el coraje que canta su himno necesaria para completar la fórmula del éxito. Toca eliminar fantasmas y volver a repetir.