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N'Zonzi inicia un ataque en Sevilla-Mirandés de Copa
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LA MÁXIMA MOTIVACIÓN DEBE SER SEVILLISTA

28/01/2016
Entradilla
Ante la lección aprendida en la ida, el Sevilla debe mantener el desafío de su portería a cero, buscando repetir sus visitas a Logroño (0-3) y Heliópolis (0-2)
Cuerpo Superior

Por sus pasos. Una nueva semifinal de Copa del Rey está al alcance de 90 minutos -o algo más, que diría Emery- en el estadio Municipal de Anduva de Miranda de Ebro. Pero, tirando del refranero popular, no se puede vender la piel del oso antes de cazarlo. Ni el Mirandés se va a rendir -y menos tras ver cómo se manejó en la ida de hace una semana- ni el 2-0 final es el resultado concluyente para dedicarse sólo a verlas venir en la vuelta de cuartos de final de este jueves. Si una lección su pudo extraer del primer acto copero hace siete días es que el Sevilla debe jugar con la máxima motivación. No se puede confiar ni un segundo, competir al máximo nivel e ir a hacer gol para remachar su superioridad. Atar en corto a un rival que luchará hasta el pitido final y poner en la pelea el carácter competitivo que van a poner los burgaleses.

 

La mejor enseñanza, buscar el gol y no dar al rival la opción de creer en el milagro

 

El 2-0 de la ida sobre la campana es el salvoconducto para afrontar el duelo con equilibrio, pero con la enseñanza de plasmar sobre el terreno de juego una solidez defensiva que ya campea entre los nervionenses,  dejando claro que la casta y el coraje siempre fueron sevillistas. A los de Terrazas no le queda otra que tratar de marcar pronto para creerse el milagro de otra semifinal histórica y dejará espacios que deben ser aprovechados por los de Emery. Un oportuno gol pondría más cuesta arriba la remontada rojilla. Por tanto, con el regusto liguero del empate del Calderón, sin encajar gol, cosa que nadie logró este curso a orillas del Manzanares, el sello del equipo debe ser idéntico: no arrugarse, gen competitivo y trabajo solidario en los que salgan este jueves al césped de Anduva. 

Cuerpo Inferior

Al Mirandés le cuesta ganar en Anduva, de 10 citas ligueras sólo ganó 3 y una en Copa

 

El mismo carácter competitivo

El CD Mirandés es un rival correoso y presionante como se vio en el Sánchez-Pizjuán. Suele ser más peligroso como foráneo que como local. De hecho -salvo en Nervión- salió ganador en sus tres visitas coperas, mientras en Anduva perdió 1-2 ante Osasuna, en la eliminatoria anulada por alineación indebida de los pamplonicas; ganó por la mínima al Málaga, encajando gol (2-1); y empató a uno en la ida de  16avos de final ante el Deportivo, al que después sorprendió con 0-3 en la vuelta. Es decir, le cuesta sacar sus partidos de casa, encajando gol en las tres eliminatorias. No es el caso pero, si se  observa el balance liguero, es significativo que los castellanos son el quinto peor local, recibiendo goles en 10 de los 13 partidos jugados en casa, entre Liga y Copa, en los que suma 4 victorias, 6 empates y 3 derrotas. Es el máximo goleador de Segunda (32), aunque también de los más goleados (29).

 

Otro bonito reto a mantener: alcanzar seminales sin encajar gol y con seis victorias

 

Ante la intensidad, la disputa fuerte del balón y el orden de los locales, el Sevilla debe mostrar el rol de los últimos 15 partidos, en los que dejó la puerta a cero en 12. Otro de los referentes al que asirse los nervionenses, es mantener el reto copero de llegar a semifinales sin haber visto perforada su portería. Las 13 dianas coperas se las reparten diez jugadores: Reyes, Immobile y Krohn-Dehli (2), y uno cada uno: Coke, Krychowiak, Rami, Gameiro, Kakuta, N’Zonzi y Vitolo. Los 10 goles del rival se los reparten cinco: Abdón Prat (3), Lago Junior, Provencio y Álex Ortiz (2) y Álex García (1). Suma seis en contra. Sus dos atacantes más peligrosos, que Terrazas podría alinear juntos para buscar la gesta, son los citados Abdón Prat y Lago Junior

Unai Emery ya alineó en la ida un once muy distinto con respecto a la Liga para darle frescura y que los menos habituales estén conectados e implicados. Habrá cambios, aunque quizá no tantos como en Nervión. Pero precisamente  ese equipo es el que comprobó sobre el terreno de juego que los burgaleses no dieron nunca un momento de respiro y jugaron sus bazas hasta el último tañido. Aunque la historia acompañe (sólo cuatro veces de 18 no sirvió el 2-0) el norte debe ser pelear hasta el final con toda la motivación por vivir unas nuevas semifinales de Copa del Rey, un escenario gratamente habitual en el devenir de los sevillistas.