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Llorente celebra el gol al Celta en la Liga
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PONERSE EL TRAJE DE CAMPEÓN Y DAR EL PRIMER PASO A LA FINAL

04/02/2016
Entradilla
Ante el equipo de moda que busca su 4ª final y su primer título, los de Emery deben mostrar sus galones en días importantes, peleando su 8º reto y su 6º entorchado copero
Cuerpo Superior

La experiencia es un grado. El Sevilla debe aprestarse a vivir una nueva jornada histórica en Nervión apelando a la magia y la comunión con la grada. El sevillismo sabe cómo afrontar estos retos -¿cuántos ya?- por si a alguien se le olvida. El RC Celta de Berizzo llega crecido -y con razón- por una primera vuelta liguera admirable y una impecable Copa del Rey, con un empate y cinco victorias, la última dando un aldabonazo en el Calderón de forma resolutiva (2-3). Pero el Sevilla de Unai Emery debe ser el de los días grandes. Ha encontrado de nuevo el camino que le llevó a los éxitos recientes y presenta unos números coperos inigualables: seis victorias, sin encajar un gol. Es la cita perfecta como antesala de una final que requiere de la mejor versión posible. Y qué mejor versión que ponerse el traje de campeón, que tan bien le sienta al equipo nervionense,  y dar el primer paso firme, con el máximo respeto a un rival en forma.

 

El sevillismo sabe cómo crear la magia de los días grandes y sacar a los suyos el ADN ganador

 

Semifinal de altura. La clave de este ilusionante encuentro en la cumbre competitiva es sacar el ADN de los días grandes, seguir invicto en la Copa, evocando noches como ante la Juve, que perdió y se fue sin anotar. Aunque hay otros ejemplos para motivarse. La Copa son goles y fútbol de ataque, pero también es solidez y carácter. Tanto célticos como sevillistas han firmado pases a esta semifinal con pleno de victorias a domicilio. Mientras el cuadro celeste hizo tres goles en Almería (1-3), en Cádiz (0-3) y, sobre todo, en la fortaleza atlética (2-3), el conjunto local resolvió tanto fuera como dentro con tanteos claros ante Logroñés (5-0), Betis (6-0) y Mirandés (5-0): 16 a favor y cero en contra, por 12 goles gallegos y tres en contra.

 

Ambos equipos buscan otra final de Copa, 15 y 6 años después respectivamente   

Cuerpo Inferior

Reeditar éxitos pasados

El cuadro vigués parece decidido a repetir en una final copera, 15 años después. Para ello, ha bajado el pistón en Liga, no alineando Berizzo a su once más titular antes y después de su cita en el Calderón (perdió 3-0 en Vallecas y 2-1 en Las Palmas). De sus 12 goles marcados en la Copa del Rey, Guidetti -máximo artillero del torneo- firma 5 dianas, seguido del ex sevillista Aspas y Pablo Hernández, con dos goles cada uno, y Drazic, Wass y Jonny, uno cada uno. Los de Berizzo desean reeditar éxitos pasados en la competición del KO, después de tres finales perdidas, la primera precisamente ante el Sevilla (1948), que logró su tercer título (4-1), y dos más frente al mismo rival, el copero entonces Real Zaragoza (0-0 y 5-4 en los penaltis en el Calderón) y en la final de La Cartuja (3-1), quitándole la miel de los labios (años 1994 y 2001).

 

Desde el 1-2 céltico, el Sevilla no pierde en Liga y Copa en Nervión, convertido en fortín   

 

El Sevilla desea estar de nuevo en otra final. Y sabe cómo llegar a ella. El hambre de triunfos no sólo no cesa sino que se acrecienta. El espíritu de Puerta permanece intacto. Enfrente, el mejor Celta que ya vieron las gradas nervionenses en una gran primera parte de juego y acierto (1-2 final, con goles de Wass y Nolito). Vuelven los gallegos al mismo escenario con la intención de emular aquella tarde, mientras los sevillistas están ansiosos de demostrar que han aprendido la lección. Cada partido tiene su historia y ese Sevilla ni era el actual ni debe ser sorprendido como entonces. Es más, en la segunda parte, los de Emery mantuvieron el pulso al rival, con gol de Llorente, y rozaron del empate, pese a quedar en la retina la imagen del primer acto.  

Es pues el mejor día para reafirmar la confianza. Quien da primero da dos veces, dice la cita cervantina. El equipo sevillista debe vestir su traje de ganador, rememorar éxitos recientes y desplegar el oficio y el carácter acumulados que estos días requieren. La historia dice que en los tres pleitos anteriores coperos entre ambos conjuntos el resultado fue siempre el mismo (2-0), dos de ellos sirvieron al Sevilla para pasar; uno no. Pero se antoja un tanteo, si no concluyente, sí aceptable para ir a Balaídos, por llevar aparejada la puerta sellada.

 

Un motivado Aspas, el goleador Guidetti y un peligroso Orellana, retos sevillistas a desactivar

       

Pese a la marcha al Atlético de su pilar Augusto, el equipo vigués tiene argumentos de sobra para ser temible: no recupera a su estrella Nolito, pero regresa a Nervión con un motivado Aspas, acompañado arriba por un peligroso Orellana y su kíller copero Guidetti. El técnico Berizzo les hace jugar de memoria y su mejor defensa es el balón. Su zaga es más abordable. Emery, por su parte, ha hecho sólido su entramado defensivo, ha logrado despertar en los suyos otra vez el gen competitivo e inculcado a los nuevos los automatismos y la mentalidad de un equipo ambicioso. Los goles coperos no son cosa de Gameiro: 12 jugadores de todas las líneas (un equipo completo) se reparten los 16 tantos. Golear será misión de todos. Y Nervión, la bombonera, la que dé alas al equipo para soñar con una nueva fiesta sevillista.