2-1: CRUEL FINAL PARA UN GRAN SEVILLA

Había dudas, más que fundamentadas, sobre qué Sevilla se iba a ver esta noche en el Etihad Stadium, sobre todo después de que los nervionenses hasta el día de hoy no habían dado la talla lejos del Sánchez-Pizjuán y porque ante la Juve el equipo jugó demasiado acomplejado para poner en problemas a su rival. Pero el Sevilla desde el primer momento dio la sensación que aprendió la lección de Turín. Con Konoplyanka en la izquierda echándose el equipo a sus espaldas, salió con todo, muy voluntarioso e intenso, presionando con eficacia arriba y arrinconando a los ingleses de grande a grande. En los primeros 20 minutos el conjunto de Nervion ya había sacado seis saques de esquina y entre córner y córner Konoplyanka se había estrellado con el palo en una falta y Krychowiak había puesto en serios aprietos a Hart en el rechace.

Konoplyanka y Tremoulinas destrozaron al City por la izquierda

Con el marcador en contra al City no le quedó otro remedio que salir de su campo. El partido se le había complicado, pero un arranque de coraje de Yayá Touré, que metiendo cuerpo dentro del área se coló hasta la cocina, acabó con un desafortunado gol en propia puerta de Ramí, cuando intentaba despejar un remate de Bony. Lo lógico era pensar que con el tanto inglés el Sevilla iba a difuminarse, pero fue todo lo contrario. Encajó bien el golpe y con un enorme Konoplyanka continuó dando guerra, disponiendo Gameiro, totalmente solo, de una ocasión clarísima, con un cabeza que se fue arriba.   

Faltó pegada

La primera parte se cerraba con el Sevilla muy superior en todas las estadísticas. El equipo saltó en la reanudación con el mismo atrevimiento, generando mucho fútbol por la izquierda y acariciando el segundo en varias ocasiones, sobre todo con otro remate de cabeza de Gameiro, casi a bocajarro, que de nuevo se iba arriba. Iborra también la tenía desde el punto de penalti. El Sevilla merecía mayor botín, pero le faltaba afinar en la puntería, mientras que el City conforme pasaban los minutos iba emergiendo al calor de su público.  

El choque entró en su recta final precioso, con Krohn-Dehli por Banega y N'Zonzi por Konoplyanka en el campo, porque en el césped se veía una lucha titánica en la que los ingleses iban ganando metros en los últimos minutos. Y así se llegó a un descuento fatal. El Sevilla, pese a que podía haber logrado mucho más, tenía un punto en la buchaca y eso era mucho, pero una salida rápida de los locales, acabó con un latigazo cruzado de De Bruyne que daba la victoria al City. Un jarro de agua fría, no, sino lo siguiente. El Sevilla veía como se le iba un choque que como mínimo mereció empatar, un choque en el que ofreció posiblemente su mejor versión en lo que va de temporada. El fútbol le dio la espalda en una gran noche de juego y actitud. Pero jugando así el Sevilla tendrá siempre mucho más que ganar que perder.