MONCHI Y "EL SEVILLA FC EN EL QUE CREE"

Así arrancaba y se sucedía el discurso del director general deportivo del Sevilla FC: "Hoy subo aquí en parte como abonado y accionista del club y en parte como director general deportivo. Después de estar alejado del blanco y rojo, hoy vuelvo a estar aquí con ustedes, celebrando una nueva Junta General de Accionistas, tras dos años de ausencia presencial, aunque no real, ya que a pesar de estar enfrascado en otros menesteres profesionales, una parte de mis sentidos continuaba por aquí. Y lo hago contemplando afortunadamente muchas caras conocidas, caras de gente que han sido claves y piezas fundamentales en este Sevilla que inaugurará un nuevo decenio en breve, en un estado de salud deportiva, social y económica envidiable, y cerrando estos dos decenios primeros del siglo XXI, habiendo vivido momentos que ni en nuestros mejores sueños podíamos imaginar. Personas que desde dentro o desde fuera han sumado su grano de arena, en muchos casos sacos de arena, para construir lo que hoy es nuestro querido club y que estoy seguro que seguirán ayudando para que el mañana que nos toca vivir sea, como mínimo, igual de ilusionante que el ayer que vivimos.

"Gracias por darme la posibilidad de volver a estar de nuevo en mi casa, infectado

de este bendito veneno que es ser sevillista"

Me gustaría en primer lugar que me permitieran que estas primeras palabras sean de agradecimiento, porque como le oí hace unos días al querido Roberto Arrocha, el agradecimiento es la memoria del corazón, y el corazón no olvida el lugar donde dejó sus mejores latidos. Gracias al presidente de la entidad, a don José Castro, porque en su día, cuando le pedí que me dejara ir, aceptó esa petición aún sabiendo que le podían llover las críticas por ello. Pero hoy por encima de aquello le quiero dar las gracias públicamente por darme la posibilidad de volver y por poner todo su empeño para conseguirlo.

Gracias a todos y cada uno de los miembros del actual Consejo y a todos los grandes accionistas, sin dejar atrás a ninguno por sumar y respaldar la decisión del presidente. Gracias a nuestro director general y nuestro subdirector general, a mis amigos José María y Jesús, por no dejarme nunca solo en mi periplo romano y por ser los dos muy incisivos a la hora de insistir en que debía regresar. Es un lujo trabajar y aprender cada día con vosotros dos.

Gracias a todos y cada uno de los aficionados, conocidos o no, que a través de todos los medios habidos y por haber me habéis transmitido la alegría e ilusión por mi vuelta. Prometo no defraudaros. Gracias a todos por darme la oportunidad de volver, de estar de nuevo aquí, en mi casa. Por darme la posibilidad de vivir otra vez sensaciones inigualables. Por facilitar que de nuevo me vea infectado por este bendito veneno que es ser sevillista y trabajar en el Sevilla FC, algo que no tiene comparación con nada. Gracias de corazón de parte también de mi familia, de mi mujer y mis dos hijos, de mi madre y hermanos, de mis amigos. Ellos, familia y amigos, son mi gasolina, mi energía y mi sustento para que nunca baje los brazos por muy grande que sea el temporal que pueda caer, porque también ellos están impregnados del 'dicen que nunca se rinde'. Gracias de verdad.

"No tengo ninguna duda, ninguna, de que no hay ninguna posibilidad de no ganar el partido que se nos viene por delante"

Y he vuelto, como dije en su día, no para ayudar a nadie, ni porque me lleve bien con unos y con otros, ni porque ahora están los que antes no estaban, ni porque no están los que antes estaban. He vuelto por algo mucho más sencillo. He vuelto porque creo de forma radical y extrema, de forma ultra, en este Sevilla FC que se está cociendo, en este proyecto que desde el Consejo de Administración, con el presidente a la cabeza están dibujando. Creí cuando Pepe, José María y Jesús me lo contaron aquella tarde del 9 de marzo y creo hoy, cuando después de casi nueve meses he comprobado que no eran palabras, sino hechos y realidades.

He vuelto y estoy aquí convencido de que estamos en el camino idóneo para hacer si cabe más grande a nuestra entidad. Convencido de que, por mucho que hayamos crecido, hay margen para hacerlo aún más y dar un salto más a todos los niveles. No tengo ninguna duda y cuando digo ninguna, es ninguna, y hoy como he dicho antes viendo la alineación que presentamos, no hay ninguna posibilidad de que no ganemos el partido que se nos viene por delante, igual que ganamos en Eindhoven, Mónaco, Glasgow, Madrid, Barcelona,Turín, Varsovia y Basilea.

"Nos parieron exigentes e inconformistas. Así crecimos y lo volveremos a hacer"

Pero igual que en aquellas nueve finales, nueve, no ocho ni siete ni seis. Nueve. Por si alguno se ha olvidado de quiénes somos y qué hemos conseguido. Nueve. El más grande que ha habido, hay y habrá en el sur de Europa, el más grande de Andalucía en los últimos 130 años y en los próximos 200 años. Guste o no guste somos la marca que mejor ha vendido en los últimos veinte años el nombre de esta bendita ciudad. De hecho, como dice nuestro evangelista Javier Labandón en su evangelio transformado en himno; "la Giralda presume orgullosa de ver al Sevilla en el Sánchez-Pizjuán". Hoy somos un club a imitar, un modelo a seguir, un camino que otros quieren emprender, una meta que muchos quieren conseguir.

Hoy el Sevilla FC es objeto de estudio en las mejores escuelas de negocios del continente europeo, portada de las ediciones deportivas de los periódicos con más tiradas en el planeta, llenando minutos de programas de televisión de las cadenas más importantes. Como decía, volveremos a ganar, por muy difícil que sea el rival, un rival que, no lo olvidemos, somos nosotros mismos, aquello que hemos hecho de bueno en la historia reciente, y que queremos superar y mejorar, porque así nos parió nuestra madre. Exigentes e inconformistas. Así crecimos y así lo seguiremos haciendo. Y lo haremos, sí o sí. Lo haremos, ¿otra vez? Sí, otra vez.

"Seguiremos disfrutando de experiencias inimaginables en nuestro estadio y en nuestra ciudad deportiva, en Nervión y en la Carretera de Utrera"

Pero no será fácil. Será, al contrario, duro y exigente. Y para ello, y ahora vosotros os convertís en el objeto de este discurso, necesitamos la mejor versión de todos y cada uno de los que hoy estáis aquí y de los que no están, necesitamos a los grandes, a los pequeños accionistas y a los que no lo son. A los abonados y a los no abonados. En definitiva, al Sevillismo, sin etiquetas ni representantes, ni usurpadores de sentimientos. Nadie es más sevillista que nadie ni menos que ninguno. Que nadie enarbole banderas que no le pertenecen porque esa bandera es única y es de cada uno de nosotros. Que nadie quiera usurpar lo que es nuestro, individual e intransferible: el amor a unos colores. Eso no es objeto de negocio ni de sindicación.

Por ello apelo, y ahora os habla un sevillista más, a la unidad. Esa unidad que hoy está representada en este Consejo y que era necesaria y fundamental para abordar este futuro ilusionante que antes he descrito. Estamos en un momento histórico, en la línea de salida de nuevos proyectos que nos llevarán de nuevo a disfrutar de experiencias inimaginables y lo haremos en el estadio que ha visto los últimos logros y en la ciudad deportiva donde nacieron Antonio Puerta, José Antonio Reyes, Jesús Navas y otros muchos canteranos más. Lo repito, aunque con otras palabras, seguiremos creciendo y disfrutando en Nervión y en la Carretera de Utrera. Eso sí, más bonitos ambos porque se está invirtiendo mucho dinero en convertirlos en un estadio cinco estrellas y en una ciudad deportiva modélica. Nadie nos va a sacar de nuestra casa, al contrario, nos queda mucho que disfrutar allí, en familia, como lo hemos hecho los últimos 60 años. Por tanto, lo haremos sin renunciar a nuestra historia, a nuestra filosofía, a nuestros símbolos, a nuestro ADN, porque somos los mismos y seguiremos siendo los mismos. Y los que no están nos dejaron las enseñanzas y los sentimientos y se fueron al tercer anillo, igual que nosotros hacemos con nuestros hijos. Profetas del blanco y rojo, profetas de una religión que perdurará en el tiempo, sin líderes ni mesías que nada tienen que ver con la idiosincrasia de esta sociedad.

"Creo en todos los que están aquí hoy. Han llorado, reído, gozado y sufrido igual que yo con el Sevilla FC"

Sed exigentes, pedid transparencia, exigid claridad pero al mismo tiempo, demos margen de confianza y credibilidad a aquellos que dirigiendo al club han conseguido elevar la institución al Olimpo europeo, a cotas inimaginables y a éxitos increíbles. Personas que como tú, tú, tú y como yo han mamado sevillismo de generación en generación, ni más ni menos sevillista que ningún otro. Yo creo en ellos, en la altura de miras que han tenido para volver a dotar a la entidad de una estabilidad necesaria, fruto de que el bien común, el Sevilla FC, siempre ha primado en estas familias que nos gobiernan. He trabajado con todos y cada uno de ellos codo con codo, y han llorado, reído, gozado y sufrido igual que yo y han sido piezas claves en el crecimiento del club y lo serán en el futuro. Y al mismo tiempo, el aficionado también ha sido participe fundamental en estos logros porque nos ha hecho sentir a los dirigentes y a los ejecutivos el apoyo cuando era necesario y nos ha exigido con la crítica constructiva cuando lo han creído conveniente. Todos hemos sido participes del Sevilla que hoy disfrutamos. 

Yo creo en ellos, y creo en lo que me han contado y en sus compromisos. Pero sobre todo creo en su sevillismo, que es igual que el vuestro. Y creo en vosotros y en vuestra madurez para saber entender la importancia del momento. Creo y mucho y por eso he vuelto y estoy hoy aquí, convencido de que lo mejor aún está por llegar. Vivámoslo juntos y unidos porque los de colorao son los nuestros".