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Reyes luce el brazalete de capitán en aquel partido ante el eterno rival
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SE CUMPLEN CUATRO AÑOS DEL ÚLTIMO PARTIDO DE REYES CON EL SEVILLA FC

24/04/2020
Entradilla
El utrerano disfrutó de sus últimos minutos oficiales como nervionense en el derbi liguero de la 15/16. Una apendicitis le privó de acabar la temporada, lo que le impidió disputar las finales de UEL y Copa del Rey
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Lógicamente no era un partido más para él. Como para cualquier sevillista, el derbi era esa cita que le hacía revolotear las mariposas en el estómago, un partido que no dura ni mucho menos los 90 minutos que marca el reglamento. Hoy hace justo cuatro años, el 24 de abril de 2016, el Sevilla FC derrotaba al Real Betis en el Ramón Sánchez-Pizjuán en la 35ª jornada de aquel campeonato liguero que tocaba a su fin.

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Una efeméride feliz para el sevillismo, pero que no pasa el corte de lo extraordinario para una afición más que acostumbrada a ese tipo de proezas. Sin embargo, el paso del tiempo ha remarcado que aquel no era un día cualquiera. Con el feliz pitido final de aquel encuentro, en el que los nervionenses se impusieron por 2-0 a las puertas de una nueva semifinal europea, José Antonio Reyes vistió por última vez el escudo de su vida en el pecho en un partido oficial.

No marcó, como sí había hecho incluso esa misma temporada y en ese mismo escenario en el partido de Copa, una sensación que pudo vivir otras cuatro veces como nervionense y otra más en su última etapa en Primera, con el Espanyol. Pero pudo disfrutar por última vez de esa inenarrable sensación de ir en volandas de una afición entregada. De hecho, puso en pie a la grada en el minuto 75 cuando dejó su puesto -y el brazalete- a Coke, a la postre protagonista del definitivo 2-0.

Aquel día no marcó, como sí había hecho esa misma temporada en el derbi copero

Un par de días después de aquel triunfo, aún con el regusto que siempre deja un derbi ganado, el club anunciaba que el utrerano había tenido que ser operado de urgencia de apendicitis, lo que le impedía afrontar la ida ante el Shakhtar en Ucrania y el siguiente duelo liguero precisamente en Cornellá-El Prat. Al final, no pudo volver a disputar minutos como sevillista. No se vistió en la final de Basilea y presenció desde el banquillo la cruz de la moneda en el Calderón, en aquella final copera perdida ante el Barcelona pocas horas después de tocar el cielo en Suiza.

Reyes salió del Sevilla aquel verano con destino al Espanyol, pero aún tendría la oportunidad de despedirse. En la previa de la ida de la Supercopa de España recibió un homenaje sobre el césped y poco después disputaría los últimos 20 minutos del frenético Sevilla-Espanyol que abría la competición. Su última vez en el Sánchez-Pizjuán, de la que en poco tiempo se cumplirá un año, es la que nadie hubiese querido que realizara, cuando el jugador se había convertido ya en leyenda.