Imagen del presidente José Castro con las dos Europa League
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DOS AÑOS DE CASTRO EN LA PRESIDENCIA: UNA TRANSICIÓN EN LAS ALTURAS

14/01/2016
El 14 de enero de 2014, el Consejo de Administración de la Entidad le ratificaba en el cargo, tras asumirlo en funciones durante un mes

Se siguen acumulando las efemérides en estos días para las piezas clave en el organigrama, tanto funcional como deportivo, del Sevilla FC. Si ayer le tocaba el turno a Unai Emery al celebrarse los tres años de su llegada al banquillo, este miércoles 14 de enero se cumple el segundo aniversario de la llegada a la presidencia de José Castro. El empresario utrerano, tras varios años en la vicepresidencia, asumía la responsabilidad de tomar el mando tras la precipitada marcha de José María del Nido. Fue el 9 de diciembre de 2013 cuando Castro se convertía en nuevo presidente en funciones.

Solo unos días más tarde, le tocaba afrontar la Junta General de Accionistas, en la que comenzaba a dejar claras las líneas maestras de su futuro mandato: "Soy un sevillista que está aquí por sentimientos y cuando no sea necesario que yo sea presidente no lo seré. Amo más al Sevilla que amo ser presidente. Conozco la casa y conozco el accionariado. No me temblará el pulso, pero mi forma de ser es consensuada”.

La unión de todo el sevillismo, una de sus máximas

Fue ya tras las fechas navideñas cuando, en el primer Consejo de Administración celebrado en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, se le ratificaba, convirtiéndose en presidente a todos los efectos. Desde entonces, Castro no ha hecho más que cumplir con aquellas palabras de su primer discurso. Y es que su idea, junto a la del resto de accionistas importantes de la Entidad, siempre fue la de poner al Sevilla FC por delante de cualquier decisión a nivel personal. Además, se trataba de un momento clave en lo deportivo. Después de la década más gloriosa de la historia, se afrontaba una temporada sin competición europea de por medio por primera vez en mucho tiempo.

En lo institucional, recuperó la figura de José María Cruz para la dirección general, mientras que en mayo, justo al finalizar la temporada, se confirmaba la renovación de Unai Emery. Con Monchi al mando de la planificación, algo para lo que también fue clave la confianza ciega del presidente en todo momento, se completó una temporada ilusionante que desbordó las previsiones, consiguiendo la quinta plaza en Liga y levantando la tercera UEL en Turín.

Se seguía creciendo, aunque no temblaba el pulso a la hora de deshacerse de jugadores cuando las ofertas eran irrechazables. Puntales como Rakitic o Fazio abandonaron la nave, pero deportivamente no se notó. Más allá de eso, en la temporada 2014/2015 aún se dio un paso más adelante. El Sevilla FC completó la temporada con mayor puntuación liguera. Y aunque no dio para la cuarta plaza más cara de la historia, tocar plata nuevamente en Varsovia otorgó la plaza para Champions.

Nunca es sencillo un cambio de rumbo en la dirección. Más aún cuando lo imponen las circunstancias y cuando la empresa, en este caso deportiva -con la cantidad de condicionantes que eso le añade- está en la cresta de la ola. Sin embargo, la transición en la presidencia no ha hecho que el transatlántico sevillista aminore su velocidad. Ni mucho menos. Con estabilidad accionarial, continuidad de la era de los títulos y un Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán que sigue cambiando su fisonomía, el Sevilla FC de 1890 aspira a continuar este exitoso rumbo del que no se cansan los sevillistas.