Imagen
Correa disputa un balón en San Mamés
Previa

CITA DE ALTURA PARA MEDIRSE A UN ATHLETIC CON POCA PEGADA FUERA PERO HERIDO

02/03/2017
Entradilla
Los de Sampaoli ante el ilusionante escenario de apretar la Liga ante un rival que en el siglo XXI en 15 duelos ligueros sólo ganó una vez (1-2) en 2011 con Marcelo Bielsa
Cuerpo Superior

Vuelve al Ramón Sánchez Pizjuán un Sevilla FC-Athletic Club, un clásico de la Liga, el 73º de la historia. En los 72 anteriores, el cuadro vasco sólo ganó 10 y el sevillista 43, con balance goleador de 144 tantos nervionenses por 69 bilbaínos. Con algunas excepciones, es la usual  radiografía de estos enfrentamientos ligueros que dibuja el escenario de los norteños mandando en el Bocho y los sureños en Nervión. Pero, con ser esto así, las estadísticas marcan sólo tendencias y la realidad luego puede ser otra bien distinta. Con todo, los de Sampaoli tienen la obligación de ganar en su fortín rojo para apretar LaLiga y los de Valverde rebelarse ante su mala racha de más de cinco meses sin ganar fuera de casa, así como mejorar su poca pegada como foráneo en el vigente torneo. Llegan heridos. Se miden pues jueves dos rebeldías: los locales a mantener su exigente ritmo y los visitantes a cambiar su signo fuera de casa.

En un estadio que debe alzar su voz, se miden dos rebeldías: los sevillistas a mantener el exigente ritmo liguero; los vascos a cambiar el pobre signo de sus visitas 

La grada de Nervión tiene primero que aplaudir la nueva victoria en el ‘Gran derbi’ sevillano y después llevar en volandas a su equipo hacia el triunfo, alzando la voz para crear el ambiente que esperan los protagonistas. Ambos conjuntos llegan con bajas importantes. El Sevilla  sin cuatro referentes que deberán ser sustituidos con toda la solvencia. Y el Athletic Club, sobre todo, la de su eterno goleador Aduriz, que sigue siendo el máximo artillero vasco con 8 goles, uno de ellos logrado en San Mamés sobre la bocina en el 3-1 final de la derrota sevillista en la ida. El guipuzcoano, junto a Raúl García (5) y Muniain (4), suman más de la mitad de sus goles (17 de 31).

Cuerpo Inferior

Ante un cuadro bilbaíno siempre peligroso, los nervionenses han de mostrar solidez atrás; ambos han encajado los mismos goles en Liga (29)

Los de Valverde han firmado fuera este año un balance pobre en resultados, pese a contar con oficio, juego aéreo y una peligrosidad innata. No ganan a domicilio desde septiembre, hace más de cinco meses. Venció en Riazor y Los Cármenes, y luego entró en una dinámica negativa de siete derrotas y dos empates, junto a un balance anotador escaso: siete goles a favor y 16 en contra, de los 29 en total que ha encajado su zaga. Por cierto, los mismos encajados por el Sevilla (29). Queda claro que una de las claves de este jueves será de nuevo la solidez atrás, primer paso para sumar de tres en tres.

Desde el Athletic de Bielsa no ganan los vascos en Nervión, que vio este siglo 4 empates y 10 victorias locales, cuatro de ellas por 2-0

En el citado cruce de papeles, el Sevilla logró un 2-0 en sus dos últimos duelos en casa: en abril de 2015, con goles tempraneros de Aleix Vidal y Bacca; y en enero de 2016 con un doblete de Gameiro, uno de penalti. Como curiosidad, la vuelta de sendas ligas fue un doble 3-1 en San Mamés. Si en los de Sampaoli es letal la irrupción de otras líneas; ahí está el ejemplo de Iborra (6 goles) o Vázquez y Mercado (3 cada uno); los de Valverde no le van a zaga con San José (3 dianas) o Lekue y Williams (2), éste es un fijo. Un total de 14 sevillistas y 13 bilbaínos han visto portería en la presente Liga.

La profundidad de plantilla debe responder a situación tan difícil como ilusionante; equipo y afición tienen de nuevo la palabra

En definitiva, se ofrece un duelo de altura este jueves en Nervión, con rotaciones obligadas en ambos equipos, pero con la exigencia sevillista de mantener una velocidad de crucero, seguir siendo competitivos, pese a los esfuerzos continuados del grupo. La ilusión que genera cómo se está poniendo el torneo de la regularidad, con el Sevilla en pleno pódium, obliga a no fallar ante el sevillismo.  Es ahí donde se debe mostrar la profundidad de plantilla, así como la elección del mejor once para un compromiso tan complicado como es el Athletic Club. Tanto el Sevilla FC como las gradas del Sánchez-Pizjuán tiene una vez más la palabra.